La luz es tan importante para las fotos como el agua es importante para los peces o como el oxígeno para los animales. Es la materia prima que le da sustancia y carácter a la imagen.

En el manejo de la luz es donde se encuentra una de las principales diferencias entre la fotografía comercial y la fotografía artística, puesto que en la primera el objetivo principal es que el objeto se vea con la mejor calidad posible. Mientras la segunda puede tender a la experimentación con la luz en condiciones que no son siempre controlables.

Nuestros clientes quieren que sus productos se vean bien, que sus características resalten y sean atractivos. Ello no quiere decir que la fórmula a todo sea una potente luz blanca sobre el objeto, sino en saber que cada proyecto tiene características que lo hacen único.